jueves, 9 de septiembre de 2010

Sigamos con la Mostra

Justo cuando empezaba esta 67ª edición del Festival de Cine de Venecia, ya advertimos que la Ciudad de los Canales iba a impregnarse de un fuerte aroma tarantiniano. La razón de dicha afirmación no se justificaba sólo en la elección del eterno "enfant terrible" de Hollywood como Presidente del Jurado que otorgará en dos días el León de Oro, sino también en la programación que había designado para este año el tan odiado Marco Müller. Ahí estaban para demostrarlo por ejemplo el macarra de 'Machete', la nueva película de su ex-media naranja Sofia Coppola, o los últimos trabajos de su adoradísimo Takashi Miike.

Han leído bien: trabajos, en plural. Y es que si por algo se caracteriza el director nipón aparte de por no cortarse nunca con las historias/detalles desagradables, es por su altísimo ritmo de producción (es por eso que se dice que es técnicamente imposible ver su última película). Para muestra, sus tres -primer número primo- nuevos filmes, de entre los que cabe destacar la segunda entrega de su peculiar héroe con 'Zebraman 2' y 'Thirteen Assassins' -segundo número primo-, esta última presentada en la Sección Oficial a Competición.

Remake de un chambara clásico de Eiichi Kudo del año 1963, trata sobre un grupo de trece samuráis del shogunato Tokugawa que reciben la orden de asesinar en un plazo máximo de sesenta días a Matsudaira Nariaki, el cruel y lascivo jefe del clan Akashi. O lo que es lo mismo, una delirante mezcla de 'Los siete samuráis', de Akira Kurosawa con 'Doce del patíbulo', de Robert Aldrich al más puro estilo Miike. Las situaciones sangrientas, disparatadas y ultra-violentas están más que garantizadas, al igual que el gozo del Sr. Tarantino.

La tercera referencia a los ya sobados números primos se ha traducido en el gran batacazo de la jornada. La verdad es que, visto lo visto, la 67ª Mostra no parece el escenario ideal para presentar adaptaciones literarias. Ya le costó mucho a Tran Anh Hung conseguir críticas favorables para su 'Norwegian Wood' (que tomaba como material de base la celebrada novela “Tokio Blues” de Haruki Murakami)... y más le costará a Saverio Costanzo no tener que ingresar a urgencias después de los palos que le han caído hoy.

La razón la hallamos en 'La soledad de los números primos', adaptación de la también aclamadísima novela homónima de Paolo Giordano (que co-escribe el guión para la ocasión). Por lo que se puede leer de las primeras impresiones, el director italiano no ha sido capaz de capturar en ningún momento la esencia del libro de Giordano, convirtiendo su película en un tedioso ejercicio de sentimientos impostados y metáforas cargantes. Así las cosas, parece que esta novena jornada no va a ser recordad ni por los espectadores, ni por el palmarés.