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jueves, 30 de septiembre de 2010

Fallece Tony Curtis


El mundo del cine está viviendo uno mes particularmente negro ya que hace un par de semanas conocimos el fallecimiento del director francés Claude Chabrol, y en los últimos días hemos perdido también a grandes figuras como Sally Menke, Gloria Stuart y Arthur Penn. Y ahora hemos sabido que el mítico actor Tony Curtis falleció ayer a las 9.25 p.m. MDT en Las Vegas según confirmó su hija, la también actriz Jamie Lee Curtis.

Curtis comenzó su carrera de actor en 1949 con la película 'El abrazo de la muerte' del director Robert Siodmak y participó en producciones tan relevantes como 'Fujitivos' ('The Defiant Ones'. 1958), donde actuó junto a Sidney Poitier y fue nominado a los Oscar a mejor actor gracias a su papel. Pero sin duda su mayor éxito llegó en 1959 cuando protagonizó junto a Jack Lemmon y Marilyn Monroe la clásica 'Con faldas y a lo loco' ('Some Like It Hot'), a las ordenes de Billy Wilder. Un año mas tarde se pondría al servicio de Stanley Kubrick para aparecer en su película épica 'Espartaco', donde le vimos interpretando a Antonino.
Su última película, 'David & Fatima', se estrenó en el 2008.



Hasta siempre Tony

sábado, 28 de marzo de 2009

50 años de locura travestida

A pesar de su legendaria frase final, la comedia de Billy Wilder 'Con faldas y a lo loco' sigue siendo, 50 años después de su estreno, un mecanismo perfecto nacido de un rodaje caótico en el que los problemas tenían un nombre: Marilyn Monroe.

'Nadie es perfecto' era la frase que, creada a última hora y con titubeos por Billy Wilder y el guionista I.A.L. Diamond, cerraba una sucesión de elementos de combinación improbable -'gangsters', travestis, romance, playa y jazz- que, sumada al talento de tres actores como Tony Curtis, Jack Lemmon y Marilyn Monroe, resultó infalible.

Pero ese desenlace -espetado por Joe E. Brown a Jack Lemmon cuando desvela su identidad masculina- no habría tenido lugar si no fuera porque Monroe, que estaba embarazada, llegaba siempre tarde y contaba con su asesora de interpretación en el plató, hizo tan difícil el rodaje que Wilder y Diamond buscaron para ponerle fin una opción que no implicara su presencia.

Así nacía la escena que hizo Historia y que se remataba a ritmo de tango y concluía una odisea que le hizo a Wilder pronunciar aquello de: "Mi psiquiatra me ha dicho que soy demasiado viejo y demasiado rico para volver a pasar por una experiencia similar".

"Sabía que íbamos en pleno vuelo y que había un loco en el avión", decía el cineasta en referencia a la actriz --con la que ya había trabajado en 'La tentación vive arriba' (1955). Cuando se acabó el rodaje, atacaría de nuevo: "Por primera vez puedo mirar de nuevo a mi esposa sin que me entren ganas de pegarle por el simple hecho de ser mujer".

Sus caprichos, sus retrasos y su por entonces marido, Arthur Miller, no ponían las cosas fáciles y el proyecto a punto estuvo de estrellarse. "Sus pechos están hechos de granito, pero su cerebro de queso suizo", metaforizaba el director de 'El crepúsculo de los dioses' (1950).