jueves, 8 de enero de 2009

Madagascar 2

"Ahora con un 37% mas de pingüinos"

Con un poco de retraso, culpa de mi escasita economía, pero por fin he ido a ver Madagascar 2.
Los pingüinos han reparado (Chapuceramente) el avión del rey Julian para que los bichos del zoo puedan volver a Nueva York, pero, como todo el que haya visto El viaje del emperador sabe, los pingüinos no pueden reparar cacharros voladores de Dios sabe que año y acaban estampándose en mitad de la sabana africana, encontrando así el lugar al que pertenecen viviendo cada uno de los cuatro amigos su primera experiencia con otros de su especie.
Alex, el león, se reencuentra con su padre y tendrá que demostrarle que es digno de ejercer como león dominante; Marty tendrá que enfrentarse al hecho de que pertenecer a una manada de cebras es actuar como un todo, pero el reclama su propio individualismo; Melman se convierte en el curandero/chamán de las jirafas y se descubre que está secretamente enamorado de Gloria, que en la charca ha conocido a Moto-Moto, un hipopótamo con el que pretende entablar una relación para cumplir con su reloj biológico.
Y siguiendo con la fórmula del secundario que está haciendo de Dreamworks el mayor competidor de Disney/Pixar en cuanto a películas de animación se refiere, en esta segunda parte vuelven los pingüinos (37% mas) con esa organización militar que tanto amamos, sus conspiraciones y sus planes, además de los monos y la "abuelita matrix" que dará pal' pelo a mas de uno.

Mi crítica:
La historia de Alex, y esto nadie puede negarlo, recuerda mucho al Rey León de Disney, igual que sucede con los paisajes, pero la verdad es que la película es realmente magnífica, el cuarteto vuelve con una historia mas ágil y dinámica en la que aumentan los números musicales pero de menor duración, cosa que se agradece porque escuchar al rey lémur mas de dos minutos seguidos cantando es martilleante, la verdad es que la película merece la pena aunque sólo sea por volver a ver a los pingüinos y a nuestros protagonistas cuando sólo eran unos cachorritos. Abundan los chascarrillos, las referencias pop y las respuestas fáciles, pero sin incurrir nunca en el pecado de inducir al espectador a la risa simplona. En definitiva, aquello de "segundas partes nunca fueron buenas" ha quedado descartado con esta secuela que ha entrado en mi lista de imprescindibles.

A su favor:
Absolutamente todo, puede parecer peloteo hacia Dreamworks, pero como no me pagan por ello os puedo asegurar que no lo es. Como ya he dicho, es una comedia ágil y dinámica con una cantidad increíble de grandes momentos.

En su contra:
Los números musicales pueden ser un poco cargantes, pero se compensan con su escasa duración, además de la ya mencionada referencia a El Rey León. Bueno, eso y que además nadie se cree que los leones puedan convivir con las cebras en la misma charca sin querer comérselas ni un poquito, pero ¿A quién le importa?

La escena:
Sin duda alguna la mejor escena de la película es la del pequeño Alecai jugando con la mariposa mientras su padre intenta enseñarle a comportarse como un león.

El momento de guión:
Los pingüinos han reclutado a toda una colonia de monos para volver a reparar el avión tras el forzoso aterrizaje, pero se ponen todos en huelga y amenazan con no volver a trabajar si no se cumplen sus exigencias
Mono: Queremos la baja por maternidad
Skipper: ¡Pero si sois todos machos!

Puntuación: **** y 1/2 (Por no darle las 5)