Una hija que la ignora, un hijo con cara de tonto, un marido viejuno, y un pasado peculiar.
La vida perfecta.
Rebecca Miller, hija del famoso dramaturgo y guionista Arthur Miller, adapta su propia novela y lleva al cine a Pippa Lee, una mujer en la plenitud de su vida. Casada con un exitoso editor, Herb Lee (Alan Arkin), 30 años mayor que ella, madre de dos hijos ya crecidos, es una generosa anfitriona y una excelente cocinera, además de una gran amiga y confidente de todos los que entran en su vida. Pero a medida que Pippa sigue lealmente a su marido hacia una nueva vida en una comunidad de retirados, el idílico mundo y la personalidad que ella se ha construido a lo largo de su matrimonio tendrán que enfrentarse a una prueba definitiva. Porque por dentro Pippa está muy lejos de ser plenamente feliz...
No tenía ninguna intención de ver esta película ya que me parecía que sería terriblemente aburrida, pero ayer no tenía nada que hacer por la tarde y una amiga se empeñó en que fuéramos a verla, y fuimos, y la vimos aunque en cartelera había títulos mejores, y comprobé que tenía razón, es aburrida, y ahora me pregunto porque no me puse a ordenar el armario en lugar de salir.
Es tan predecible que no hace falta ver mas que los primeros 15 minutos, no, no es que yo haya visto demasiado cine o que naciera con el don de la adivinación, lo que ocurre es que es tan tópica y tiene tantos clichés que sabes en todo momento lo que ocurrirá en la escena siguiente, igual que sabes como reaccionarán los personajes y hacia donde nos llevarán las diferentes situaciones y problemas que se presentan a lo largo de los 90 minutos que aproximadamente dura la película, 90 minutos en los que no hay ni un solo giro de guión.
Miller nos trae una película con una historia común, correcta y poco estimulante, de las que estamos hartos de ver en verano, y su único interés corre a cargo de los personajes secundarios que se van sucediendo sin mas y desaparecen para siempre a los cinco minutos de presentarlos, hubiera podido explotarlos un poco mas ya que son los secundarios quienes nos conducen a través de la vida de Pippa Lee poniendo el toque de humor y frescura que escasea durante toda la cinta. Julianne Moore y Monica Bellucci pasan en un parpadeo habiendo podido sacar mucho partido de sus papeles.
Las actuaciones principales no son especialmente brillantes, son correctas pero desganadas y en ningún, o casi ningún momento se refleja en sus caras lo que el personaje debería estar sintiendo, al llorar lloran como el que corta cebolla y por supuesto en un a parte tenemos al señor Reeves que sólo sabe poner esa cara de recién levantado de la que hace gala en cada película independientemente de si es un drama, una comedia o una de acción. "Acabo de salir de la cama y todo esto me importa una mierda", eso es lo único que transmite.
De los aspectos técnicos no hay mucho que comentar, la fotografía, a cargo de Declan Quinn, es la típica de una película de verano y recuerda mucho a 'Bajo el sol de la Toscana' (Under the Tuscan Sun. 2003).
En general es una de esas películas para ver las tardes de Domingo mientras te pintas las uñas de los pies.
-La escena: La conversación entre Robin Wright y Winona Ryder en la cafetería. "Creo que estoy teniendo una crisis nerviosa muy tranquila"
-Una observación: Julianne Moore tiene unas rodillas horrorosas
Aquí os dejo el trailer, ya casi no hace falta que veáis la película, prácticamente todo lo vemos en estos dos minutos.