viernes, 10 de septiembre de 2010

La Mostra de Venecia llega a su recta final. Jornada de reflexión

Se acabó lo que se daba, el Festival de Cine Venecia ha llegado un año más a su fin, con tres películas más presentadas a competición, pero que no han despertado excesivo interés (¿cosas del cansancio acumulado?). Esto, o la suposición de que Marco Müller y compañía hayan decidido seguir al pie de la letra la liturgia democrática. Ya se sabe, el día antes de elegir quién va a mandar, toca descansar, no atosigar al sagrado votante para que pueda decidir con total calma en quién va a depositar su confianza. Dicho de otra manera, no asfixiar demasiado al Jurado para que sus elecciones finales sean lo más magnánimas posibles.

Los últimos filmes que han entrado en la pugna por el Loro de Oro son 'Barney's Version', 'Drei' y 'Road to Nowhere'. La primera de ellas, dirigida por el debutante en la gran pantalla Richard J. Lewis ha sido la que ha causado mejor impresión dentro de la frialdad de esta décima jornada. Gran parte del mérito le corresponde como era de esperar al consagrado Paul Giamatti, que se ha colado a última hora como uno de los grandes favoritos en las quinielas para el Premio al Mejor Actor.

Mientras, la alemana 'Drei' ha sido la gran derrotada de hoy, al no haberse hallado ningún rastro de la genialidad de la que antaño hizo gala Tom Tykwer, un director que ha decidido volver a Alemania después de su ligero tropiezo en Estados Unidos, y al que le cuesta hacer despegar su carrera desde el año 2006, cuando presentara su último -y discutido-, éxito: 'El perfume: historia de un asesino'. No mucho mejor le han ido las cosas a la combinación de crímenes y cinefilia que ha manufacturado Monte Hellman con 'Road to Nowhere', aunque claro... se trata de Hellman, uno de los grandes amigos de Tarantino.

Este último apunte nos lleva al Gran Hombre; la figura que en las próximas horas va a convertirse en el centro de todas las especulaciones. ¿Quién va a elegir Quentin como el gran triunfador de la Mostra? Cierto es que la elección no sólo depende de él, pero sabiendo de su ego y de los poderes que se le han concedido como Presidente del Jurado, no es de extrañar que todo el mundo vea en él la clave para resolver este enigma. Al fin y al cabo, en este tipo de grandes eventos, ya se sabe que las impresiones recolectadas a lo largo de la semana poco o nada tienen que ver con el resultado final. De modo que, démosle vueltas al asunto.

Parece que el León de Oro de este año difícilmente se escapará del continente americano. Con especial ventaja parte Sofia Coppola, más que por los vínculos amorosos que existieron entre ella y Tarantino, porque directamente su 'Somewhere' convenció a propios extraños, cosa rara viniendo de una autora que acostumbra a dividir tanto a la crítica. También está bien posicionado el 'Black Swan' de Aronofsky, que abrió de forma satisfactoria el certamen. Otras cintas americanas que tienen opciones de llevarse el gato al agua son 'Meek’s Cutoff', de Kelly Reichardt y yendo un poco más hacia el sur, la chilena 'Post Mórtem', de Pablo Larraín.

Por supuesto, no nos olvidamos de las filmografías más o menos exóticas para nosotros, entre las que encontramos la polaca 'Essential Killing', de Jerzy Skolimowski y la china 'The Ditch', de Wang Bing, aparte claro está de los ya mencionados trabajos de los amiguetes de Tarantino, Takashi Miike y Monte Hellman. ¿Y qué hay de nosotros? Pues precisamente, nuestra representación no tiene la pole position, pero no son pocos los que afirman que puede reclamar protagonismo en el palmarés que se dará a conocer mañana. 'Balada triste de trompeta', de Ález de la Iglesia, recordemos que tuvo buena acogida por parte del público, y viendo lo poco que se cortó el director bilbaíno en algunos momentos -estamos pensando en la violencia-, esto hace que sus queridos payasos se acerquen a los gustos del Sr. Presidentde del Jurado. Como siempre, hasta mañana no saldremos de dudas.