Deshacerse de los juguetes, un importante paso hacía la madurez.
Una vez mas Pixar nos deja sin palabras.
Una vez mas Pixar nos deja sin palabras.
Jose Luís, ese es el nombre del que fue mi juguete preferido, un oso marrón de peluche que ahora conservo en la pared de mi habitación porque era demasiado importante para almacenarlo con el resto de juguetes, y según pasaban los minutos de Toy Story 3 me iban entrando cada vez mas ganas de darle un achuchón como hacía de pequeña.
‘Toy Story’, ‘Buscando a Nemo’, ‘Wall·E’, ‘Up’, ‘Ratatouille’, ‘Los Increíbles’, a éstas alturas todos sabemos que Pixar no decepciona y que sus películas son absolutamente perfectas tanto para los niños como para los adultos, pero nos lo siguen demostrando con cada nueva producción haciendo gala de una calidad artística, técnica y narrativa
Por medio de un emotivo epílogo la película nos muestra como Andy se ha hecho mayor y poco a poco ha ido desterrando a los juguetes al baúl de los recuerdos, literalmente, aunque estos hacen lo posible por llamar su atención aunque sin éxito, se va a la universidad y decide guardar a quienes fueron sus compañeros de aventuras infantiles en el desván, aunque por una confusión acaban en una guardería liderada por Lotso, un tirano dictador en forma de entrañable osito rosa del que Woody, Buzzlightyear, Mr. y Mrs. Potato, Rex y los demás tendrán que escapar para encontrar de nuevo su hogar.
Según mi criterio ésta es, junto con ‘Up’, la menos infantil y mas emotiva de las películas de Pixar con un final que hará que los niños se alegren de que todo haya acabado bien para los juguetes mas carismáticos de la gran pantalla, pero los mayores nos entristeceremos al pensar en qué fue de todos aquellos soldaditos, playmobils, vaqueros, peluches, legos, robots, muñecas y demás con los que compartimos muestras aventuras infantiles.
Se acabó la trilogía que nos ha enseñado a todos el valor de los juguetes con una última
escena que nos muestra el cambio a la madurez a través del gesto de Andy quien decide finalmente regalar sus antiguos juguetes a Bonnie, una niña que aparece en la guardería mas o menos al principio y mitad de la cinta.
Sencillamente genial, genial en todos los aspectos, una de las mejores películas que he visto últimamente. (Y digo una de las mejores porque ésta mañana he estado viendo ‘Charada’, no por que en el cine haya algo mejor). En definitiva, absolutamente recomendable, igual que el corto que proyectan antes de la película.
El “¡Por cierto...!: En romance entre Ken y Barbie no se lo cree nadie, él es una reinona enarmariada que lo único que quiere es callar rumores, ¡Está clarísimo!, ¿Qué hace sino con tanta ropa de lentejuelas?
El detalle: (Dos detalles en realidad) El primero es para los poco observadores, aunque no hay que fijarse mucho para darse cuenta de que entre los juguetes de la pequeña Bonnie podemos ver un simpático peluche de Totoro; y el segundo es la diabólica dirección de la casa de Andy, Elm Street, ¿Os suena?
Sólo una cosilla mas: A ver, juguetes, acaso no sabéis ya por experiencia que Woody siempre tiene razón.