viernes, 30 de julio de 2010

Habrá pasado toda la vida

La duración de un relato es como la de un sueño.
No decidimos el momento en el que nos dormimos ni en el que nos despertamos, y sin embargo avanzamos, continuamos.
Quisieramos hacer un gesto, tocar al personaje, mimarlo, cogerle la mano por ejemplo, pero nos quedamos ahí, sin hacer nada...
Habrá pasado toda la vida y no habremos hecho nada.



Hoy empieza todo
Ça commence aujourd'hui. 1999
Bertrand Tavernier