Todos en algún momento de nuestras vidas nos hemos parado frente al espejo con cara de mala leche para preguntarle a nuestro reflejo si nos hablaba a nosotros mientras cogíamos nuestra pistola imaginaria.
Hacer el ridículo en soledad es la consecuencia principal de ver 'Taxi driver' (1976) de Martin Scorsese y en especial esa escena en la que Robert DeNiro habla consigo mismo delante de un espejo roñoso, escena que se convirtió rápidamente en una de las más famosas del cine, y sin lugar a dudas la más famosa del actor que interpretaba a Travis Bickle, un taxista que odia la sociedad en la que vive y acaba por volverse un poquito (muy) loco.
Travis Bickle: ¿Eh? ¿Eh?
[Desenfunda su pistola nuevecita]
Travis Bickle: Más rápido que tú, hijo de perra… ¿Qué te has fijado? Te he visto venir, ¡borde! ¡Cagón!
[Guarda la pistola]
Travis Bickle: Bueno, aquí estoy, anda… ¡Atrévete!. Empieza tú. ¡Atácame!
[Vuelve a desenfundar]
Travis Bickle: Ni lo intentes, cabronazo.
[La guarda de nuevo]
Travis Bickle: ¿Hablas conmigo? ¿Me lo dices a mí? Dime, ¿es a mí? Entonces… ¿a quién demonios le hablas si no es a mí? Aquí no hay nadie más que yo. ¿Con quién puñeta crees que estás hablando? ¿Ah sí? ¿Eh? Muy bien…