Uno de los finales más recordados (y generalmente peor recordados) del cine; el de Lo que el viento se llevó (Gone with the wind, 1939). Esta película narra los pesares de una niña de papá del bando confederado tras la derrota en la guerra de secesión, sus matrimonios y su encaprichamiento con un hombre “con más cara que espalda”, capaz de mandarla a tomar vientos en las líneas finales de la película. Lástima que las reglas de aquel entonces no permitieran que Clark Gable dijera el tan acostumbrado “Me importa un bledo”…
Scarlett: Oh, Rhett, ¿A dónde te vas?Rhett: Me voy a Charleston. Vuelvo a mi tierra.
Scarlett: Por favor, por favor, ¡llévame contigo!
Rhett: No. He roto con todo lo de aquí. Yo busco la paz. Quiero ver si consigo hallar algo que tenga algún encanto y dulzura en la vida. ¿Sabes de qué estoy hablando?
Scarlett: No. Yo sólo sé que te quiero.
Rhett: Esa es tu desgracia.
Scarlett: Oh, Rhett. ¡Rhett! ¡Rhett!
Scarlett: Rhet, si te vas, ¿a dónde iré yo? ¿Qué podré hacer?
Rhett: Francamente, querida, eso no me importa.
Scarlett: No debería dejarle ir… No. Habrá algún medio para hacerle volver. Ahora no puedo pensar en ello. Me volvería loca si lo hiciera. Ya lo pensaré mañana.