Cruda, honesta, dolorosa, conmovedora y magnífica declaración de amor por la vida.
“Sé que no hay forma de convencerte de que éste no es otro de sus trucos, pero no me importa. Yo soy yo. Me llamo Valerie. No creo que viva mucho más y quería contarle a alguien mi vida. Ésta es la única autobiografía que voy a escribir. ¡Y Dios... la estoy escribiendo en papel higiénico!
Nací en Nottingham en 1985. No recuerdo mucho mi infancia, pero... Sí recuerdo la lluvia. Mi abuela tenía una granja en Tottle Brook y solía decirme que Dios estaba en la lluvia.
Al acabar el colegio, ingresé en un instituto para chicas. Fue allí donde conocí a mi primera novia. Se llamaba Sarah. Recuerdo sus muñecas, eran preciosas. Creía que nos amaríamos eternamente. Recuerdo que nuestro profesor nos decía que era una fase adolescente que pasaría. A Sarah se le pasó. A mí no.
En 2002 me enamoré de una chica que se llamaba Christina. Aquel año se lo dije a mis padres. Fui capaz porque Christina estuvo a mi lado cogiéndome la mano. Mi padre no podía mirarme, me dijo que me fuera y que no volviera jamás. Mi madre no dijo nada. Sólo les había dicho la verdad, ¿Tan egoísta fui?
Nuestra integridad vale tan poco, pero es todo cuanto realmente tenemos. Es el último centímetro que nos queda de nosotros. Si salvaguardamos ese centímetro, somos libres.
Siempre supe lo que quería hacer con mi vida. Y en 2015 protagonicé mi primera película, "Las Salinas". Fue el papel más importante de mi vida, no a nivel profesional, sino a nivel personal porque conocí a Ruth.
La primera vez que nos besamos, sentí que no quería volver a besar otros labios que no fueran los suyos.
Fuimos a vivir juntas a un apartamento en Londres. Sembró Violet Carsons en los maceteros de la ventana y toda la casa olía a rosas. Fueron los mejores años de mi vida.
Pero la guerra norteamericana se recrudecía cada vez más hasta que finalmente alcanzó Londres. Después de eso no hubo más rosas. Para nadie.
"Recuerdo cómo empezó a cambiar el significado de las palabras. Palabras con las que no estabábamos familiarizados como colateral y entrega empezaron a dar miedo. Mientras que otras como fuego nórdico y artículos de lealtad empezaron a cobrar poder.
Recuerdo que diferente pasó a significar peligroso. Aún no lo entiendo. ¿Por qué nos odian tanto?
Detuvieron a Ruth mientras hacía la compra. Nunca en mi vida he llorado tanto. No tardaron en venir a por mí.
Es extraño que tenga que pasar el final de mi vida en un lugar tan horrible. Pero durante tres años recibí rosas y no tuve que arrodillarme ante nadie.
Moriré aquí. Cada centímetro de mí perecerá. Cada centímetro. Salvo uno. Un centímetro. Algo pequeño y frágil, y lo único que merece la pena conservar en el mundo. Nunca debemos perderlo o entregarlo. Nunca debemos dejar que nos lo arrebaten.
Espero, seas quien seas, que escapes de este lugar. Espero que el mundo cambie y que las cosas mejoren.
Pero lo que espero por encima de todo es que entiendas lo que quiero decir cuando te digo que, aunque no te conozca, y aunque puede que nunca llegue a verte, a reírme contigo, a llorar contigo o a besarte... Te quiero. Con todo mi corazón. Te quiero."
(Puedes leer la carta del cómic original en castellano aquí)